martes, 31 de marzo de 2020

EL BUDA VUELVE AL REINO

 Según la historia budista legendaria, Sakhiamuni Gautama se sentó debajo del árbol de Boddhi durante cuatro semanas. Como empezó una terrible tormenta, de debajo de las raíces del árbol surgió Muchilinda, el rey de los nagas (serpientes), se enroscó alrededor de Gautama y lo cubrió con su caperuza. Gautama finalmente alcanzó la iluminación espiritual y se convirtió en un buda (‘iluminado’). Lleno de gratitud hacia el árbol se quedó ante él con los ojos abiertos sin parpadear durante una semana entera... Al abrir los ojos vio cientos de personas sentadas a su lado observándolo con idolatría y decidió volver inmediatamente a su reino a visitar a su antiguo maestro.

     -Maestro, le dijo, le ruego me admita en su morada…
     - Mi niño, usted ya no pertenece a este lugar
    - Esta usted en lo correcto gran sabio, no pertenezco a este ni a ningún otro. Pero menos que cualquiera a ese bosque…
    - Que tiene de especial ese bosque que huye de él un experimentado asceta como tú?
      - De especial nada, es tan ordinario como cualquiera, en verdad. Dos años permanecí sin propósito alguno, sentado en aquél viejo árbol. Logré aquietar mi mente, logré renunciar a todo apego, ya no tuve deseo y me sentí libre; libre de morir o seguir vivo. Nada me impulsaba a perseguir ningún objetivo particular. Las mil formas se volvieron una…
- Es en verdad usted un iluminado mi señor
- En absoluto mi maestro, no hay en mí más luz que en la más oscura de las cavernas del Himalaya
- Parece joven que en verdad su búsqueda ha dado sus frutos. Sin embargo parece muy afectado mi señor.
- Ese es el problema maestro, obtuve frutos y por eso estoy acá, rogándole me admita una vez más como su discípulo…
- No le comprendo mi señor.
- Me retiré del palacio, me despojé de mi nombre, renuncié a mi linaje, olvidé mi pasado por completo, desterré a siddharta de mi mente y ahora soy EL BUDA.  Lo he conseguido maestro, me he  transformado nuevamente en  príncipe y por ello he fallado completamente en mi búsqueda. Admítame maestro, lo imploro, no quiero pasar un solo día más en ese ordinario bosque…
- Es en verdad un gran bosque, debería pasar algún  tiempo más en él mi señor
- ¿Es que no he sido tal vez suficientemente claro en mi relato maestro?. Ese bosque se ha transformado para mí en una pesadilla de la que no puedo despertar, ¿porqué debería volver a ese amargo sueño?
- Porque la mejor medicina, mi jóven, suele ser amarga al comienzo…
- Que propósito tiene seguir preso de ese bosque; si mi destino es ser príncipe, entonces nunca debí abandonar el reino maestro.
- Su destino mi señor es ese bosque, porque su prisión la lleva a cuestas y solo ese bósque puede revelar esta verdad ante sus ojos.
- No le comprendo maestro perdone mi ignorancia gran sabio.
- Usted abandonó el reino. Es muy cierto. Cierto es para todo el que observe que el príncipe gautama ya no está entre nosotros, y está frente a mi el buda. Tan cierto como que sigue aún buscando el privilegio.
- Que privilegio maestro?, no le he dicho acaso que de todo me he despojado, de todo cuanto huamanamente se puede poseer?.
- No todo mi señor, ha soltado todo lo que cae por su propio peso, mis ojos y oídos han sido testigos de la muerte de cada pesado fragmento de siddharta gautama;  menos de aquello que verdaderamente  lo arrojó a cruzar el umbral aquella oscura noche.
- y que és aquello maestro, dígamelo por favor se lo ruego.
- Ya lo he hecho joven, en efecto. Privilegio.
- Digame más gran sabio, no se detenga
-  En su mente lleva a cuestas la prisión que atormenta su sueño por las noches mi jóven. Su origen noble no le permite comprender que el privilegio es aquello que usted llama destino mi señor. Se ha marchado al bosque rechazando el privilegio de su linaje buscando el sublime despertar, el privilegio de no reencarnar. Lo dejó todo porque todo no le era suficiente y quiso más, el privilegio de la perfección. No abandonó mi joven su destino usted le dio un nuevo sentido, llevó el privilegio a un nuevo nivel, privilegio inmaterial. Privilegio elevado, Privilegio al fin.
- No puedo escucharle maestro!, otra vez esa horrible sensación de estar en una pesadilla de la que no me es posible levantarme, no puedo estar condenado a este sueño fatal, tengo que poder abrir los ojos de alguna manera y despertar!.
- Y Quien dijo que alguna vez estuvo dormido?
En ese momento el BUDA nació.

      Y el buda fue siddharta, siddharta fue príncipe, el príncipe fue mendigo y el mendigo el BUDA.
Ya no hubo distinción entre deseo y desapego, entre placer y dolor. Las mil formas fueron una y una fue la fuente de las mil formas…

   Y vos?!, cuál es tu reino?, cuál es tu bosque?, que privilegio perseguís hoy?, cuando te vas a levantar del sueño que nunca dormiste para descubrir que siempre estuviste despiert@!.
      
                                          ES,YA!

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