No es casual que poesía sea anagrama de poseía
ni es evitable su maldición...
Cuando te contaba entre mis posesiones
no había fertilidad en mis oraciones,
ahora que no te tengo entre las cosas
a las que avaro me aferro
en mis noches más solitarias,
las palabras brotan
elevadas, imbricadas y espinosas
elevadas, imbricadas y espinosas
como la flor de la araucaria.
Poesía era Jekyll por la mañana
después de cada noche
que Hyde lo poseía
¿será que esa posesión maldita
le otorga la épica al verso
que le da entidad al poeta?
PoESía, simple y arrojadamente “ES”
PoSEía, imperativa y ardorosamente “SE”
¿Será la poesía esa pasiva miel que “ES” derramada
Luego del repetitivo acto vejatorio de la existencia
Que condena al “SÉ”?