MAQUINAS CUÁNTICAS

"El lenguaje es lo que hay más allá de la singularidad. Somos máquinas cuánticas, entrelazadas con la nada, escupiendo paradojas"

TRECE CRUCES PARA OLVIDARTE

Hay que ser valiente 

y un poco loco,

para abrir el corazón 

y dárselo a alguien

Dijo Bukowski.

Entre silencios

privados y públicos, 

Públicos y privados 

Se diluyo

 Un incipiente 

nosotros

Tierna y lisergica

fábula 

Que solo 

los brillosos y

Tímidos ojos 

de un pequeño 

y suave monito

pueden hacerte

Soñar 

Fui el primero

Y el único 

En darte

Flores dijiste,

Y esa 

primavera

Fue 

nuestro otoño

Quizás

Por eso la

Vida irónica

Pero siempre

pragmática

Me puso

a dedicarte 

Cruces-epitafio 

Trece cruces

En la pared, 

Trece cruces

Para olvidarte

Y Al final 

Del viacrucis,

Frente  

Al sepulcro

deseo

nada tuviste

para ofrecer 

Al ritual.

Ni siquiera

 el último 

adiós

Entonces yo,

Una vez más,

Por última vez

Lo hago 

por los dos:

Fuiste viento.

 brisa fresca, 

Luego

cálido arruyo

Y finalmente 

 Un vendaval

Mí última voluntad:

Escoge una noche 

Fresca y Sonora 

De esas donde

Los árboles suenan

cómo si fueran

Miles

De atrapa sueños 

Y por el balcón 

Del pasaje 

Arroja

 Esos 

 últimos petalos

De mí deshojado

 anhelo

Que dejé 

Escondidos

 entre 

Gaviotas 

sedientas 

De libertad 

Déjalos volar

En silencio...

 Como yo a ti

"supera el espacio, y nos quedará sólo un Aquí. Supera el tiempo, y nos quedará sólo un Ahora. Y entre el Aquí y el Ahora, ¿no crees que podremos volver a vernos un par de veces?"

                      Juan Salvador Gaviota 

SILENCIOS

No hay nada que pueda resultar más violento ni amenazante que el silencio de un otro.

 Cuando el otro calla comienza el dialogo interior. Nada es más elocuente ni estruendoso en un vínculo que el silencio-ausencia, nada llega a ser tan hurticante como la tensa espera de que sea perforado el traslúcido manto acústico que separa los mundos de dos deseos desencontrados.

LOS ANGELES NO TIENEN ALAS

No creo que exista

Un cielo de las almas

Pero si existe, debe haber

Perritos en él 

Y si no los hubiera, entonces,

Que me manden a dónde van ellos!

Porque en ningún otro lado podría 

ser yo más feliz 

INQUIETUD

Me gusta la inquietud, ese hormigueo y el calor que me energiza (o la energía que me acalora) cuando me gusta una mujer y de repente me descubro inocentemente entusiasmado de un modo casi infantil, palpitando por la excitación de lo que podría llegar a ser y aún no ha ocurrido. 

 

Me fascina estar expectante y me perturba estar asustado. Asustado por perderme y expectante por encontrarme.  

Ahora y por un tiempo, todo en mí mundo será más intenso porque todo estará cubierto por el hurticante manto de la espera.   

 Y Aunque resultara que todo existe solo en mí fantasía cada vez que descubro que sigo siendo capaz de encenderme por completo por un deseo, suspiro aliviado por la esperanza que en mí mundo insufla está experiencia, que me dice: no todo está perdido... 

PRINCIPITO Y SER

Florida prosa: Atesoradas sentencias de aquello que de tan mío más ajeno es...

 Revela finalmente tus entrelíneas, que de la calculada métrica emane el impreterito ser

Que fondo trastoque en figura y la severidad de lo inmanente traspase como un rayo los forjados grilletes de mí entramado vital y que el cautivo cara a cara con el fuego eterno celebre su ritual definitivo...

Entonces, calor y frío luz y sombra serán una y la misma experiencia una y la misma realidad

¡Ya no naufragara esta derruida nave en las tempestades eternas de los sollozantes mares de aquella magnificencia que pudo ser y no fue, que no fué ni será!

!Que las gravedades renuncien a su tiranía y suelten millares de coloridos globos al insondable espacio! 

¡Que libres alcancen las mayores alcurnias, que fluyan imparables las amalgamas por las coloridas nebulosas y se transporten eones en carruajes de rosas!

Finalmente millares de cometas anunciarán la llegada del príncipe de dorada cabellera, lo recibirán cortejos de lunas nuevas, lo cobijaran mantas de hierba fresca, lo arroparan todas las estrellas...

 Duerme pequeño viajero, sueña con zorros y corderos, mientras yo impaciente espero entre boas y sombreros a qué despunte el alba para navegar por siempre contigo los cielos